La CEO fundadora de The Circular Project explica en una entrevista a Micolet las alternativas necesarias para dejar atrás el fast fashion y alcanzar un sistema de moda sostenible como el slow fashion
Que la industria de la moda genera millones de beneficios no es nada nuevo. Y que ello es gracias al fast fashion, en el que las grandes cadenas de ropa que fabrican prendas de ropa a bajo coste para así promover que se consuma en grandes cantidades, tampoco. Lo que está calando cada vez más en nuestra sociedad es que todo ello conlleva una gran impacto negativo en el medioambiente. Así cada día es más visible y preocupante que la industria textil sea la segunda más contaminante del planeta: genera el 20% de las aguas residuales del planeta y el 8% de las emisiones de CO2, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
Es por ello que ha nacido el slow fashion y otros movimientos que abogan por una moda sostenible, la Economía Circular y otras medidas que pongan fin al fast fashion y a sus innumerables consecuencias para el medioambiente y la sociedad. Entre todos ellos encontramos The Circular Project, una tienda de moda sostenible en Madrid que se ha convertido en mucho más que un negocio de ropa, se trata de un proyecto pionero en el mundo de la moda sostenible por su enfoque holístico: social, ecológico y económico. Y precisamente, la CEO de The Circular Project, Paloma G. López, explica en esta entrevista a Micolet la inminente necesidad de alcanzar un modelo de moda sostenible desde un punto de vista integral.
¿Cuál es tu visión de la situación actual de la moda en España?
Desde de mi punto de vista, el interés por la moda sostenible y por las vías de consumo alternativas, responsables y sostenibles va en aumento y esto se está haciendo especialmente patente de unos meses a esta parte. No obstante, aún es muy residual comparado con la cantidad de consumidores que existen de fast fashion y low cost, supongo por la poca accesibilidad al producto sostenible y la poca información que hay al respecto. España es uno de los países que más está trabajando la implementación de la moda sostenible y en uno donde más iniciativas al respecto se están dando, aunque aún nos queda mucho recorrido por delante.
“España es uno de los países que más está trabajando la implementación de la moda sostenible”
¿Cuáles crees que son los retos de las marcas para abrazar un sistema más sostenible?
Las marcas, los diseñadores, tienen un reto enorme por delante. Ya no solo se trata de centrarse en los aspectos técnicos y estéticos de la creación de una prenda y una colección, ahora tienen que tener en cuenta muchos factores para hacer sostenible su colección. Fundamentalmente tienen que trabajar por circularizar todos los procesos, de tal manera que el impacto medioambiental y social sea lo más positivo posible. En esto consiste el ecodiseño. Creo que la complejidad es mayor pero también la satisfacción, porque ahora no solo crean un producto atractivo, sino que le dotan de un alma, una historia y un bajo impacto.
Otro reto que veo fundamental es la elección de la materia prima, de los recursos con los que van a trabajar. Lo ideal sería que fuesen materiales a los que se les da una segunda vida, causando así el menor gasto energético, y que además, no se utilicen productos químicos dañinos en su transformación.
¿Por qué iniciativas apostarías como aquellas que nos conducirán hacia un modelo de consumo de moda más sostenible?
Todas aquellas iniciativas que trabajan de un modo holístico, es decir, que tuvieran en cuenta todos los factores que intervienen en la implementación de la moda sostenible en nuestro día a día y en nuestra sociedad. Esto supone aplicar la Economía Circular en todo el proceso de producción, desde la materia prima hasta el punto de venta y el consumidor. Incluyendo también todo lo que tiene que ver con la información, divulgación, educación. Es decir, que se haga llegar el contenido correcto a las personas para informarlas adecuadamente de qué es moda sostenible y cómo el acto de vestirnos puede transformar nuestra sociedad.
También necesitamos que haya más estudios que nos den una foto global del punto en el que estamos y qué acciones serían más efectivas para conseguir transformar la industria. Como sabes, tenemos un reto por delante de diez años para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y antes de 2030. Las medidas que se tomen tienen que ser efectivas. Somos slow pero tenemos prisa para alcanzar el cambio y las acciones tienen que ser efectivas.
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