La cofundadora y Directora de Solidarios sin Fronteras nos cuenta desde dentro la situación actual en Yemen y cómo podremos apoyar la causa al donar ropa con Micolet
Recientemente en Micolet hemos querido aportar nuestro granito de arena con las causas que más lo necesitan. Es por ello que ya es posible donar ropa y apoyar así a la entidades sin ánimo de lucro con las que estamos colaborando. El dinero recaudado con las ventas de esa ropa se destinará a la ONG que cada persona elija.
Hoy hemos querido acercarnos más a estas entidades para poder visibilizar los proyectos a los que podremos apoyar mediante las donaciones. Hablaremos sobre Solidarios sin Fronteras, la única ONG española con la misión de ofrecer ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo en Yemen, la mayor emergencia humanitaria del planeta actualmente.
Para poder comprender mejor este proyecto desde dentro, hemos tenido el placer de charlar con Eva Erill, Presidenta, cofundadora y Directora (CEO) de Solidarios sin Fronteras. Eva nos cuenta los puntos más importantes de la gran labor humanitaria que se está llevando a cabo y cómo podemos ayudarles a través de las donaciones:
Para que nuestros usuarios puedan ponerse en contexto, ¿qué está pasando en Yemen?¿Por qué es necesaria la ayuda humanitaria allí?
Desde el 26 de marzo de 2015 Yemen vive una guerra olvidada por la mayoría del mundo, que lo ha convertido según declara la ONU, en la emergencia humanitaria mayor del mundo y la mayor hambruna del planeta en los últimos 100 años.
El 80% de la población yemení (de un total de 30 millones) necesita ayuda humanitaria urgente: alimentación, agua potable, medicinas, productos de higiene, atención médica…, y la situación es aún más catastrófica debido a la epidemia de cólera que viven desde el 2017 y actualmente, la pandemia por COVID19.
Hay 2 millones de niños y niñas que sufren desnutrición, y casi medio millón la sufren muy severa con altísimo riesgo de muerte. La ONU calcula que 300.000 niños morirán si no reciben alimentos. Los menores de 5 años son los que están en mayor riesgo, y la mortalidad infantil en este rango (de 0 a 5 años) es de las mayores del mundo. Las cifras indican que 1 niño muere cada 11 minutos, unos 144 al día, la mayoría por causas que son totalmente prevenibles y de las cuales jamás morirían en nuestro llamado primer mundo.
Casi el 21% de los hogares actualmente son mantenidos por menores de 18 años, porque sus padres han muerto y deben hacerse cargo de sus hermanos y hermanas pequeños, y más de 4 millones de personas, la mayoría mujeres y niños, han tenido que abandonar su hogar y están viviendo en campos de refugiados que surgen de forma espontánea en diferentes partes del país, y que no tienen ningún servicio. Esta situación empeora aún más las condiciones de lucha contra el virus, porque no es posible ningún confinamiento cuando la gente vive en campos de refugiados, en edificios semiabandonados….
Ayudáis de muchas maneras, ¿a qué proyecto se destinará exactamente el dinero recaudado a través de Micolet?
Tenemos actualmente en marcha 4 proyectos: agua potable para campos de personas desplazadas, cajas de alimentación para familias (especialmente mujeres con hijos), desayunos escolares para lograr que las familias les lleven al colegio y no estén pidiendo por las calles, secuestrados como niños soldado o dadas en matrimonio por no poder darles nada para comer, y el último proyecto, que empezó en diciembre del 2020 y al que vamos a destinar lo que se recaude a través de Micolet: el proyecto contra la desnutrición infantil de los menores de 5 años.
Con este proyecto trabajamos para que niños y niñas menores de 5 años en Yemen se recuperen de la desnutrición si la familia no puede llevarles al hospital o no pueden mantenerlos allí demasiados días porque no tienen dinero y se ven obligados a llevárselos. Con el asesoramiento de 1 médico yemení, alimentamos, proporcionamos las medicinas que necesitan, proveemos de pañales… También nos hacemos cargo de casos especiales que no tendrían oportunidades en un país en guerra, por ejemplo, en estos momentos nos ocupamos de una familia con trillizos que ya tenía 2 hijos más y no tienen ningún ingreso ni recursos para pagar la leche, cereales, ni nada de los bebés. Les alimentamos, nos ocupamos de que tengan pediatra, medicinas… Si nacer trillizo en cualquier parte del mundo ya es de riesgo, en Yemen es una sentencia de muerte si no hay ayuda.
«Estamos firmemente convencidas de que mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”
En los últimos años, ¿habéis notado algún cambio en las donaciones y la ayuda que recibís?¿Creéis que hay mayor concienciación?
Existe una mayor concienciación de determinados problemas sociales, pero también (y la pandemia está contribuyendo mucho a ello), hay un mayor egoísmo y un mayor “primero yo” que antes. La sociedad está más polarizada que nunca, con una parte de la población más solidaria, más empeñada en cambiar el mundo y más dispuesta a ayudar, pero también con una parte mucho más racista, clasista, homófoba e insolidaria.
Pero nos quedamos con toda esa gente que quiere ayudar, porque al final, son las que mueven el mundo y lo hacen avanzar, y las que están logrando que podamos hacer lo que hacemos. Nosotras tenemos una enorme suerte, porque tenemos mucha gente muy fiel y que cree firmemente en lo que estamos haciendo. Son donantes en su mayoría de pequeñas aportaciones, ¡pero que nos apoyan en todo!
Nuestro proyecto es especialmente complejo en el sentido que Yemen es una guerra olvidada y silenciada por los medios. Pocas personas sitúan Yemen en el mapa y menos aún saben lo que está pasando allí y las consecuencias terroríficas sobre la población. Somos la única ONG creada en España que está en Yemen (las pocas que hay son grandes e internacionales, ninguna creada primeramente en España y ninguna para ayudar específicamente a Yemen), y eso, después de 6 años de guerra (y 6 años de nuestro trabajo allí), os da una idea de lo desconocido que es lo que allí sucede, y lo complicadísimo que es trabajar en un país bloqueado, sin accesos, sin información apenas…
Una cosa que sí se nota mucho a nivel de proyectos de ONG, es que cada vez más las personas quieren saber claramente lo que se hace con el dinero que donan. Las aportaciones son de cantidades menores que hace unos años, pero es mucha más gente haciendo pequeños gestos, y hay un gran cansancio, generalizado, respecto a donar sin saber en qué está siendo usado el dinero, por pequeña que sea la cantidad.
Creo que las pequeñas organizaciones, y más aún las de voluntariado como somos nosotras, tenemos una gran ventaja, que es la cercanía y la transparencia. Hoy en día, con las redes sociales, si eres una pequeña ONG y todo se destina a la causa porque no hay gastos y nadie cobra ningún salario, es mucho más sencillo que hace años poder enseñar a las personas que te siguen lo que se hace y cómo y que vean el impacto de sus aportaciones por pequeñas que sean.
¿Qué es lo más satisfactorio de vuestro trabajo en Yemen?
Sin duda alguna, salvar y cambiar vidas. La ayuda humanitaria directa tiene un impacto inmediato sobre la vida de cientos y miles de personas. Cuando damos agua potable a más de 6.000 personas cada mes, salvamos esas vidas. Cuando alimentamos en las escuelas y tenemos 1.525 niñas y niños ahí cada día, les estamos cambiando la vida y evitando su secuestro por las calles para llevarles como niños soldado, les estamos permitiendo el acceso a una educación (en un país donde 5 millones de niños y niñas no pueden ir al colegio porque la escuela ya no existe, porque las milicias la han tomado como almacén de su arsenal de guerra…), les protegemos de matrimonios infantiles a los que las familias se ven obligadas para tener una boca menos que alimentar, para tener algo de dinero durante unas semanas, y porque creen que así protegen a las niñas de ser violadas por las calles… Cuando damos leches, pañales, medicinas a los bebés de menos de 5 años, les salvamos de morir de desnutrición en un país donde 1 de cada 5 niños de menos de 5 años tiene desnutrición y probablemente morirá…
La otra gran satisfacción es ver como en 6 años que llevamos trabajando voluntariamente, en Yemen miles de personas que no conocíamos antes (y que en muchos casos no sabían nada de lo que pasa en Yemen), se han ido añadiendo para apoyar con pequeños gestos.
Si tuvierais que contarle a los vendedores de Micolet en 1 frase por qué es tan importante que apoyen a Solidarios Sin Fronteras, ¿cuál sería esa frase?
Somos una pequeña organización ayudando de forma voluntaria en una de las mayores emergencias del planeta y todo lo que logramos se destina a las familias en Yemen. Pueden ver constantemente lo que hacemos y cómo lo hacemos en nuestras redes, ya que publicamos todo para mostrar el trabajo y el destino de las donaciones. Creemos en lo que hacemos porque lo hemos creado desde la nada, y estamos firmemente convencidas de que “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”.
¿Qué es lo que creéis que podéis conseguir de aquí a un tiempo gracias al dinero recaudado en Micolet?
Con 1€ pagamos la leche infantil de 1 bebé durante 1 día. Con 4 euros compramos un bote de leche para varios días. Cada 30 euros ayudamos a 1 bebé 1 mes completo con la leche infantil que necesita. Si mucha gente en Micolet se anima a ayudarnos, podemos alimentar y proporcionar ayuda médica a varias familias mensualmente.
Actualmente, los trillizos a los que proporcionamos leche, cereales, pañales, medicinas y asistencia sanitaria de un pediatra, tienen un coste mensual de 295€ al mes.
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