La nueva ley de Residuos, que entrará en vigor en 2022, llevará consigo una subida del precio de la ropa y la obligación del reciclaje de las prendas no vendidas
Estamos a las puertas del inicio de un nuevo año y con ello nuevas leyes. Entre ellas, una que últimamente está dando mucho de qué hablar, pues es una ley que intenta dar un paso más a favor del medioambiente. Se trata de la futura Ley de Residuos y Suelos Contaminantes, que dará un vuelco a la industria textil con nuevas medidas para promover el reciclaje. Y es que la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, como ya alertaron hace un tiempo las Naciones Unidas . De hecho, un ejemplo de esta capacidad de contaminación es que para fabricar unos pantalones vaqueros se necesitan 7.500 litros de agua.
La nueva Ley de Residuos, que está previsto que se apruebe en el primer trimestre del 2022, contará con la prohibición de la destrucción de los excedentes no vendidos de productos textiles, así como el pago de una tasa por tirar las prendas que no reciclen. Algo parecido a lo que pasa hoy en día con los envases de vidrio. Además, la norma prevé el encarecimiento de la ropa para que las cadenas de moda puedan hacer frente al reciclaje o a reducir su producción.
En relación a la prevención, la nueva ley de Residuos marca que «quedará prohibida la destrucción de excedentes no vendidos de productos no perecederos, tales como textiles, juguetes y aparatos eléctricos, entre otros». Una práctica que se ha visto que algunos retailers llevaban a cabo para evitar revender sus stocks sobrantes. Así de sonado fue el caso de Burberry, que en 2018 quemó ropa, bolsos y perfumes por un valor de millonario.
Gestión de residuos y ecotasa sobre la ropa
Además, se prevé la creación de una entidad que se dedique al control del reciclaje textil a través de la figura de la “responsabilidad ampliada del productor (RAP)”, que impondría mediante Real Decreto a los productores a realizar un “sistema de depósito, devolución y retorno”. Es decir, que el sector textil tenga su propio sistema de gestión de residuos. Es más, se encargaría de que los fabricantes paguen por la gestión que se hace del residuo que se crea cuando ponen una prenda en el mercado. Lo que se conoce como la ‘ecotasa’ a quienes contaminan.
Es por todo ello, que la ley también contempla que las cadenas de ropa puedan subir el precio de sus productos para hacer frente al incremento de costes que supone el reciclaje de todas las prendas que no vendan y/o el reducir su producción.
Solo el 1% de la ropa vuelve a tener una segunda vida
La nueva Ley de Residuos se ve muy necesaria si tenemos en cuenta los datos de un reciente estudio realizado por ModaRe, cooperativa de Cáritas. El Análisis de la recogida de la ropa usada en España apunta que tan solo entre el 10-12% de los residuos textiles post-consumo en el estado se recoge por separado para su reutilización y/o reciclado, y menos del 1% de la producción total se recicla en ciclo cerrado, es decir, con el mismo uso o similar.
Por suerte cada día son más las iniciativas públicas y privadas que trabajan para dar una segunda vida a la ropa. Tiendas de ropa de segunda mano, como Micolet, colaboran a que una prenda pueda alargar su ciclo de vida. De hecho, se suman a la recogida a domicilio de prendas de moda para gestionar su posterior venta entre un mercado de más de 2 millones de usuarias de siete países de Europa.
Los artículos que se pueden encontrar en este tipo de tiendas online de segunda mano son muy variados, desde ropa, calzado, bolsos y accesorios de marcas más deseadas por los consumidores para el día a día, como firmas de lujo, tanto de mujer, hombre e infantil. Además, cuentan con la ventaja de tener precios ajustados.
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