Cada vez sabemos más sobre el impacto de la industria textil en el medioambiente y es algo que está generando preocupación al respecto. Seguro que alguna vez te has preguntado si es posible conseguir un armario sostenible. Es posible y no es complicado, quizás estés más cerca de lo que piensas. Por ello hoy te contamos cómo descubrir si tu armario es sostenible.
¿Es mi armario sostenible?
Por un lado, miraremos lo que hay dentro del armario y haremos una estimación. Debes tener en cuenta lo siguiente: de dónde proviene esa ropa y qué marcas son las que tienes en tu armario. Concretamente, esto es lo que debes tener en cuenta y sobre lo que debes reflexionar, para ver en qué porcentaje es sostenible tu armario:
- Cuántas de tus prendas son de segunda mano y cuántas son completamente nuevas. Para considerar que el armario es sostenible, al menos el 50% de las prendas deberían ser de segunda mano, de tiendas como Micolet.
- Qué porcentaje de tus prendas son de marcas sostenibles. Siguiendo en la línea del punto anterior, lo ideal sería que el otro 50% de tu ropa provenga de marcas sostenibles.
- Qué porcentaje de tus prendas de primera mano son de marcas fast fashion. Estas son las marcas menos éticas y más dañinas para el medioambiente. Cuando hablamos de fast fashion nos referimos a marcas de bajo presupuesto y que producen en grandes cantidades, como por ejemplo, Zara. Si vas a comprar fast fashion, mejor que sea de segunda mano (¡encima te saldrá más barato!).
- Cuántas de tus prendas has reparado alguna vez para poder seguir utilizándolas. Este punto es importante, ya que te darás cuenta de si tratas de alargar o no el ciclo de vida de la ropa. Lo ideal es que trates de arreglar la ropa siempre que sea posible para evitar derrochar. Si tienes algunas prendas reparadas en tu armario, ¡enhorabuena! Tu mentalidad es la correcta.
Por otro lado, nos fijaremos en la rotación de la ropa. Es decir, cada cuánto compras nuevas prendas y los motivos. Si compras ropa nueva por necesidad o para sustituir prendas antiguas, está bien ya que no está haciendo una compra excesiva de prendas.
Si por el contrario sueles comprar por capricho, estás contribuyendo innecesariamente a la producción de nuevas prendas y por lo tanto no es una práctica sostenible (a no ser que sean prendas de segunda mano, que no requieren producción). Para que puedas hacerte una idea de cuánto contamina producir cada prenda que compras, puedes utilizar la calculadora de CO2 y consumo de agua de AERESS.
Lo ideal es comprar nuevas prendas para tu armario solamente cuando sea necesario, e intentar que esas compras sean de segunda mano o de marcas sostenibles.
Ideas para conseguir un armario sostenible
Para evitar tener prendas de más y estar a gusto con las que tienes, siempre es buena idea crear un armario cápsula. De esta manera tendrás un mayor control sobre cuántas prendas necesitas realmente y te ayudará a no caer en la tentación de comprar por simple capricho.
Este tipo de metodologías son muy buenas porque están directamente relacionadas con la organización. Es muy eficaz tener un armario bien ordenado y tener las prendas siempre a la vista. Así evitarás que las prendas se queden atrás, porque acabamos olvidándonos de lo que no vemos. Si tienes la ropa accesible y a la vista, usarás más todo lo que tienes.
Ante todo, cuando hagas limpieza de armario, nunca tires nada a la basura. Si las prendas que has descartado están en buen estado, la mejor alternativa es venderlas en tiendas de segunda mano. A poder ser online, ya que es más respetuoso con el medioambiente. Y si las prendas no están bien, lo mejor es enviarlas a donar.
Si eres una amante de las nuevas tendencias y sientes la necesidad de actualizar tu armario cada poco, también puedes probar a alquilar ropa. Es una forma de tener novedades pero reduciendo considerablemente el impacto medioambiental. Y si se te escapa de presupuesto, siempre puedes intercambiar ropa con amigas o familiares.
Ahora que tienes las claves para conseguir tu armario es sostenible, es el momento perfecto para poner en práctica los trucos para reducir el impacto medioambiental. ¡El planeta te lo agradecerá!
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