Poco estilosa, de mala calidad, cara y difícil de conseguir: la falsa mala fama de la ropa ecológica y de segunda mano
Con los años, las consumidoras de moda nos hemos vuelto más conscientes respecto a la contaminación que provoca la producción masiva de ropa en el medioambiente. Por ello, muchas personas quieren abandonar el fast fashion o moda rápida que en su día impusieron marcas como Zara o Stradivarius. Pero no siempre es tan fácil iniciarse en el mundo del slow fashion o moda lenta, que rechaza la fabricación intensiva de ropa.
A la hora de comenzar con la ropa sostenible es normal que nos surjan un montón de dudas. Estamos habituadas a que comprar prendas sea algo más o menos sencillo: comprobamos que sea nuestra talla y, si nos gusta el estilo de la prenda, ya no hay mucho más que hacer. Pero con la moda sostenible es diferente. Debemos prestar atención a los tejidos que se han utilizado a la hora de fabricar la prenda y su procedencia, por ejemplo. Estos detalles suelen hacer que las consumidoras piensen que conseguir ropa ética sea algo complicado. A esto hay que sumarle todos los mitos que nacen a su alrededor. Pero ¿qué hay de cierto o falso sobre estos mitos de la moda sostenible?
“La moda sostenible no es fashion”
Existe la creencia popular de que la ropa ética en general no es bonita o no es fácil de encajar con el estilo concreto de una persona. No se sabe muy bien por qué, pero se tiende a pensar que cuando se habla de moda sostenible es ropa básica y aburrida. Este mito es fácil de romper: existen diseñadoras que se dedican en exclusiva a crear líneas de ropa ecológicas que además son ¡muy estilosas! Este es el caso de Stella McCartney, Mara Hoffman y Rag and Bone, por ejemplo.
“Las prendas son de mala calidad”
No solo es un mito, sino que además es todo lo contrario a lo que la moda sostenible defiende. Cuando el fast fashion saca una colección tras otra en sus escaparates, no lo hace con la intención de que sus prendas sean duraderas, por eso sus precios son tan económicos.
Por otra parte, una de las bases más importantes de la moda sostenible es que la ropa que se fabrica de forma “lenta” sea lo más duradera posible. La industria de la moda rápida produce ropa de forma masiva generando una gran contaminación y la moda lenta quiere llevar a cabo lo opuesto: crear prendas duraderas para producir menos cantidad y así reducir el impacto medioambiental.
“Que yo use moda sostenible no cambia nada”
Es fácil acudir a este mito para tratar de olvidarnos del problema medioambiental y sentirnos menos culpables. Si creemos que nuestras acciones rutinarias no causarán ningún impacto, no nos preocuparemos más por el asunto. Culpar a las grandes empresas y dejar de lado nuestra responsabilidad es la opción más sencilla para las consumidoras.
Pero lo cierto es que, en realidad, nuestras costumbres y hábitos son la clave para llevar a cabo cambios en el mundo. Las empresas generan productos y servicios según lo que los consumidores pidan. Por lo que mediante pequeños actos diarios podemos conseguir poco a poco cambiar la demanda.
“La moda ecológica es cara”
Si nos ponemos a comparar precios de marcas de moda sostenible con marcas fast fashion, es posible que a veces nos encontremos con que los precios son superiores a lo que estamos acostumbradas. Pero ¿esto significa que es caro?
La diferencia en los precios de los productos finales tiene una sencilla explicación: estamos hablando de dos tipos de producciones contrarias. El modelo sostenible es una filosofía de consumo responsable, con todo lo que ello implica: desde utilizar tejidos y tintes respetuosos con el medioambiente hasta asegurar unos salarios dignos a sus trabajadores. El fast fashion no le da tanta importancia a estos ideales, por lo que es normal que los precios de la ropa eco sean menos económicos. Pero si pensamos que el slow fashion apuesta por prendas más duraderas, está claro que, a largo plazo, no resulta más caro que la moda rápida, ¡sino que todo lo contrario!
Por otra parte, si aún así la moda sostenible sigue resultando cara para nuestro bolsillo, siempre podemos optar por adquirir prendas en tiendas online de segunda mano, comprar en outlets o comprar ropa barata online contrareembolso o preparar intercambios con familiares o amigos. De esta forma seremos más ecológicos sin abusar de nuestra cartera.
“Es muy difícil de conseguir”
Esta es una de las creencias más comunes. Tendemos a asociar la ropa sostenible con procesos muy complicados, una selección de materiales muy concretos, etc. Lo primero que solemos pensar al pensar en este tipo de prendas suele ser: “¿pero dónde vamos a encontrar algo así? No puede ser algo fácil”.
Lo cierto es que en realidad ¡no es nada complicado comprar moda sostenible! Hoy en día existen muchas firmas de ropa ecológica disponibles en el mercado. Además, hay unas cuantas firmas que son españolas, como Ecoalf o Skunkfunk, así que las compras que hagas te llegarán rápido.
“Hay mucho engaño con el tema ecológico”
Tampoco es raro que se desconfíe en este aspecto: ser eco friendly es tendencia y las empresas pueden ver que es fácil beneficiarse de ello. Si somos desconfiadas en este aspecto, hay un par de cosas que debemos tener en cuenta a la hora de identificar moda sostenible. Una de ellas es fijarnos en los tejidos con los que están fabricadas las prendas: el algodón orgánico, la fibra de bambú, el tencel, el cáñamo o el lino son algunos de los materiales más ecológicos y sostenibles que existen.
Por otro lado, si queremos más garantías también podemos prestar atención a si la marca que estamos investigando tiene algún tipo de certificación. Por ejemplo, la de PETA (Personas por el Trato Ético hacia los Animales) asegura que no ha habido ningún tipo de maltrato animal. La certificación GOTS nos da la seguridad de que los textiles utilizados son 100% orgánicos y la certificación GRS garantiza el contenido reciclado del producto.
“Las prendas parecen viejas y desgastadas”
Pensar esto es otro error. Como existe ropa fabricada con cáñamo, bambú y otros tejidos del mismo estilo, se puede asociar a que estos productos tendrán aspecto de estar desgastados o de romperse con facilidad.
Al estar acostumbradas a los materiales habituales de las marcas convencionales, a veces se nos hace raro ver ropa que no está fabricada con algodón, poliéster o lana. Pero esto no quiere decir que los textiles alternativos vayan a hacer que las prendas parezcan viejas. Existen muchas líneas de moda sostenible y para nada tienen mal aspecto por ello. Un gran ejemplo son firmas como El Naturalista o Stella McCartney
“Todos los tejidos dañan el planeta”
Hay consumidores que se resisten a creer en el movimiento ecológico y piensan que todos los textiles dañan el medioambiente de la misma forma. Pero esto es otro falso mito alrededor la moda sostenible. Existen materiales y procesos de fabricación que dejan una huella en el planeta mucho mayor que otros. ¿El mejor ejemplo? Los vaqueros: su fabricación implica utilizar 7.500 litros de agua, la misma cantidad que bebe una persona en siete años.
Por otra parte, hay firmas que reciclan desechos para aprovechar al máximo los recursos y que además utilizan materiales que no son tan daniños. La empresa Orange Fiber, por ejemplo, usa cáscaras de naranja para convertirla en una fibra natural con baja huella de carbono. También cada día más hay firmas que apuestan por crear sus diseños con ECONYL®, una fibra 100% regenerada de residuos de nailon, o con Tencel®, considerada la fibra más ecológica y en pleno auge en el mercado de la moda que se obtiene a partir de la pulpa de la madera de árboles de agricultura sostenible.
Esto demuestra que podemos conseguir tejidos sostenibles de formas inimaginables que además cuidan un poco más del planeta.
“Si te gusta una prenda, no puedes conseguirla de nuevo”
Dado a la fama del movimiento de la moda lenta, se asocia la ropa ecológica con un proceso de fabricación muy artesanal. Producir ciertos artículos de esta forma en ocasiones significa que ese producto final es único e original y que no puede adquirirlo más de una persona. Es cierto que esto es algo que ocurre con la segunda mano. Pero no quiere decir que toda la moda sostenible sea igual. Como ya os hemos contado más arriba, existen líneas de ropa respetuosa con el medioambiente que sacan colecciones fijas, ¡así que no hay problema para conseguirlas!
Seguro que os ha sorprendido saber la verdad sobre algunos de estos mitos sobre moda sostenible. ¡Ahora ya no hay excusa para ser eco!
Monica Aguilar dice
Gracias por compartir estos mitos sobre la moda sostenible. Sin duda yo prefiero la moda sostenible porque tenemos que ser más conscientes con el planeta
Destruccion De Documentos Madrid dice
Muchas Gracias Por Compartir Estos Mitos Sobre La Ropa De Segunda Mano. Sin Duda Es Una Muy Buena Opción Para Ayudar Al Medio Ambiente Y Al Bolsillo. Un Saludo
Slowfashiones dice
Desarme mitos Bravo